Lo cierto es que en un pasado no tan lejano, me veía obligado a tomar aviones semanalmente por motivos laborales, pero cuanto mas transcurre el tiempo mas miedo me da, y como además permanezco atento a las noticias sobre catástrofes aéreas (¿morbo? ¿masoquismo?) contribuyo conscientemente a ahondar en mi sufrimiento.
Este último mes ha sido especialmente nefasto y yo tengo que volar no menos de cuatro veces en los próximos dias: Asturias-Madrid, Madrid-Santiago de Chile y viceversa. Menos mal que el avion de ayer aterrizó perfectamente en el aeropuerto de los Angeles con todos sus pasajeros a salvo.
Yo confío en que los de Air Madrid se porten al menos igual de bien (o mejor, que el susto tuvo que ser grande).