Detesto cuando los días que me da por volar coinciden con los días de esclavitud laboral. Ahora mismo, podéis imaginarme, las rodillas en tensión contra la parte inferior de mi escritorio, por miedo a levantarme hasta el techo y que me descubran. Es casi como una broma pesada, porque después, si me cojo vacaciones, seguro que no me da por volar y me las paso dando saltos inútilmente.
No importa, distraigámonos con el problema este de la selección de datos errónea ¿Cómo? ¿usuario bloqueado? No podía ser de otra manera, y las malditas ganas de volar picándome en el lóbulo occipital.
Mientras tanto el kilo de angulas supera los 1000 euros, como el kilo de Kopi Luwak, que es la “mierda” mas cara del mundo, y en un sentido casi literal, porque se obtiene como derivado de los excrementos de un bicho. ¿Quién sería el primer ser humano que rebuscó alimento entre los excrementos de la civeta? Supongo que algún familiar de aquel que se puso a comer el queso con hongos (no tenían neveras en aquella época) dando origen al Cabrales (que no tiene gusanos ni nada parecido, el azul se lo proporcionan unos mohos del tipo de la penicilina).
Estoy pensando que si le doy a la civeta cabrales para comer, igual descubro algo bueno, lo empaqueto y lo vendo a 1000 euros el kilo. Y si no funciona, tiro la civeta al río, como aquellos monjes que tiraban los cerdos en vigilia para poder comer pescado. Y si aún así no se vende, creo demanda contratando un grupo de jóvenes que bailen una canción pegadiza en un comercial televisivo.
Luego dejo el trabajo. A ver si así me coincide estar de vacaciones en un día que me de por volar o tengo tiempo de escribir posts un día que sí me apetezca escribir.
