lunes, julio 04, 2005

Triste historia de un amor fracasado

Todos los sábados iba con Juan a aquel local, les gustaba el ambiente y la música, y desde luego la chica morena que al igual que ellos siempre estaba allí, con su grupo de amigas.

Ese día, tal vez porque había bebido una copa de más o tal vez porque ella estaba especialmente bonita, se decidió a acercarse. -Juan, amigo- le dijo- es hoy o nunca.

De modo que se dirigió a ella con el corazón en un puño, pero en contra de lo que esperaba ella fue muy simpática y conversaron animadamente.

Sentía que se entendían muy bien y el tiempo se hacía ameno a su lado.

Finalmente se atrevió a sugerirle ir a otro local los dos solos.

Ella miró a sus amigas, dudó un momento y finalmente aceptó.

Todo iba tan bien que el temía estropearlo intentando besarla.

Pero en un momento de la conversación quedó mirando sus labios tan atraído y fascinado que inconscientemente llevó los suyos a encontrarse con aquellos.

Y ella le correspondió.

Y de ahí en adelante la situación tomó las riendas y acabaron en el coche, en su casa y en la cama.

Podría decirse que fue una historia perfecta, o tal vez Juan no opinará igual, borracho, acodado en la barra y con la chica que le gusta en la cama de su amigo.


Fotorafía: LUIS POIROT. http://www.baquiana.com/Numero_XXVII-XXVIII/Entrevista_3.htm

Contribuyentes