jueves, noviembre 03, 2005

España 3/12/2005. Antes de la desmembración.

Me gustaría escribir sobre el estatuto catalán, ya que es un tema que esta de moda y éste blog tiene vocación de lectura interesante.

El problema que tengo es que del citado estatuto no tengo idea alguna. Me dicen algunos compañeros que de esto no tengo culpa, y lo que ocurre es que no nos lo han explicado. Aunque yo no puedo opinar, ya que sólo pongo la televisión para ver embrujadas, y no porque me guste la serie.

Pero mi amigo Juan me ha explicado. El está bastante indignado, y es que parece ser que los catalanes son muy malos y que al resto de los españoles no nos quieren ni un poquito. Esto a mí me da verdadera pena pues Cataluña me encanta y las catalanas mucho más (es un error tipográfico, quise decir catalanes) y su idioma suena muy bonito, y me parece estupendo que lo conserven Claro que yo nunca he topado con esos catalanes que sabiendo que no les entiendes se empeñan en hablar en catalán, en algún momento hubiese podido pensar que esto es una leyenda urbana, ya que estuve viviendo tres meses en Cataluña por trabajo y nunca me ocurrió, pero conozco buenos amigos que me han descrito esta situación y no veo por qué no creerlos. A mí sí me hubiese pasado, estupendo, habría tenido la ocasión de contestarles en gallego, que cualquier oportunidad es buena para presumir de mi precioso idioma paterno.

Sólo confío en que todo esto del estatuto no sea tan malo como cree mi amigo Juan, por ahí he escuchado que hay otras comunidades (País Vasco) que disfrutan de similares privilegios, aquí el problema es más de diferencias entre unos y otros ¿No sería más justo que todos fuésemos iguales? Pero como siempre yo vivo en mi país de fantasía, el mundo necesita de personas como mi amigo Juan, con los pies sobre la tierra y que me recuerden que por mucho que me gusten las catalanas (catalanes, perdón, creo que tengo el teclado estropeado) yo a ellos no les gusto, no quieren vivir conmigo, no quieren que les entienda y para colmo saben muy bien como engañar al presidente Zapatero, que es tan avaro que cede a todas sus pretensiones, que los catalanes son sus amigos porque los necesita para gobernar, y, para tener el poder,está vendiendo España.

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