viernes, noviembre 24, 2006

Solución al Test del arbol de Vels

Nota: Texto copiado de http://www.grafologiauniversitaria.com/test_arbol_vels.htm

Fig. 1 ‑ Tendencia a simplificar, a esclarecer, a ir al grano, o obtener una eficacia activa (el sujeto no anda por las ramas, va al grano). Ejecuta las tareas de forma marcial, disciplinada y organizada. Sabe aprovechar su tiempo al máximo. Controla bien la afectividad, aunque no esté totalmente exento de luchas interiores.

Si el dibujo es de tamaño pequeño, posiblemente hay que añadir que tiene un espíritu analítico, es detallista y minucioso. Imaginación creadora (Xandró).

Fig. 2 ‑ La misma interpretación que el caso anterior (fig. 1), pero más seco, de mente más árida, menos alegre y generoso, el sentimiento queda ensombrecido por el espíritu crítico y la razón. Precaución, reserva, gusto por las ocupaciones solitarias. Puede indicar también reserva en los sentimientos, desconfianza, cálculo frío de las cosas.

Fig. 3 ‑ Con la copa independiente del tronco y cerrada por abajo indica, según Xandró, deseos de ocultación, tendencia a permanecer en la sombra, a desconectarse de la realidad y del contacto con los demás. Por tanto, refleja la inseguridad autoestimativa y, en general, la falta de confianza del sujeto para vincularse al ambiente o afrontar situaciones nuevas, (dificultades de contacto y de relación). Esta escisión de las tres partes del árbol puede orientarnos, según Xandró, sobre problemas de tipo neurótico o escisión de la per­sonalidad.

Fig. 4 ‑ En general, expresa lo mismo que la fig. 1, pero hay que añadir la tendencia intima al resentimiento en virtud del ángulo que forma la copa (este resentimiento está más próximo a producirse en el contacto con las personas más íntimas que en la esfera social o profesional). E1 sujeto suaviza su comportamiento social o profesional y endurece su conducta en la intimidad.

Fig. 5 ‑ Tendencia a permanecer en la sombra, es decir, a ocultarse, a evadirse de todo compromiso social o profesional soslayable, lo que quizá pueda deberse a inseguridad autoestimativa o a dificultades de contacto humano. Posibles tendencias neuróticas a causa de la desadaptación (escisión entre el Yo pensante y el Yo afectivo).

Fig. 6 ‑ Tendencia a la introversión con algún rasgo de angustia (el oscurecimiento del árbol puede estar en relación con sentimientos de culpabilidad profundos o con estados de temor y de ansiedad). Cultivo de la vida interior sobre un fondo depresivo. En el trabajo, puede expresar buena concentración en las tareas, dedicación, fantasía, el sujeto se excede sobre lo que se le encarga hacer y esto puede entrañar también la tendencia a la divagación, al ensueño con los ojos abiertos, a sobrepasarse en algún sentido sobre la realidad.

Es también una prueba de imaginación y tal vez de encubrimiento de la personalidad.

Fig. 7 ‑ Tendencia a expresar su gusto estético, su afición artística, su admiración por las formas y por el equilibrio de los diversos elementos que componen un tema artístico. La inclinación del árbol hacia la izquierda puede estar en relación con el complejo de Edipo o apego a la madre. De aquí pueden derivarse también ciertos complejos de inferioridad, deseo de protección, falta de espontaneidad, angustia, ansiedad o deseo de un fuerte autocontrol emotivo.

Fig. 8 ‑ Tendencia a huir de la realidad. Soledad, depresión, evasión de la realidad para refugiarse en fantasías dantescas o de ciencia ficción. Ideas más o menos extravagantes unidas a rarezas de carácter y desadaptación, que puede llegar al desequilibrio mental. Tendencia al exhibicionismo o a complicar las cosas de modo que se hacen irreconocibles.

Fig. 9 ‑ Infantilismo psíquico a causa de la incompletud o malformación del árbol y de su fruto. Puede reflejar también, en razón del fruto, cierto sentido creativo ingenuo. Aunque lo más frecuente es que nos exprese el retardo mental, el poco desarrollo intelectual o las dificultades de adapta‑ al mundo adulto del sujeto. Torpeza mental, en algunos casos.

Fig. 10 ‑ Problemas de contacto o de relación social. Dificultades en la ideación y en la comprensión (tensión en la comunicación). Estas líneas quebradas se presentan frecuentemente en los alcohólicos y en los sujetos drogadictos. Disminución en la vitalidad física. Obturación afectiva. Si la línea quebrada es sólo en la copa, este indicio se acentúa en el terreno ideativo y en las aspiraciones intelectuales (complejos de inferioridad intelectual).

Fig. 11 ‑ Facilidad y rapidez en la fluidez de ideas, en la imaginación. Habilidad en los contactos y relaciones sociales. Trato agradable y cordial. Buen rendimiento en el trabajo y buen dinamismo en la ejecución de las tareas. Facilidad para improvisar soluciones.

Fig. 12 ‑ Estabilidad emocional. Buena armonía entre el sujeto y su ambiente. Las tendencias afectivas, instintivas e intelectuales se equilibran y, como consecuencia, el sujeto sabe apreciar tan­to los valores intelectuales como los aspectos positivos de las cosas o su valor moral o sentido colectivo. Buen control de las tendencias, instintos y necesidades.

Fig. 13 ‑ Dificultades de contacto y relación. Complejo de Edipo mal liquidado o sin liquidar. Temor a la hostilidad del medio ambiente. Falta de confianza en si mismo y necesidad de protección. Dificultades del sujeto con personas que ostentan la autoridad. Es frecuente en viejos o en niños.

Fig. 14 ‑ Esta separación de tronco y copa puede estar en relación con tendencias esquizofrénicas por la disociación de la esfera mental y afectiva. E1 sujeto pierde con más o menos frecuencia las conexiones lógicas entre él y la realidad (ideas incoherentes o incomprensibles). Tenden­cia a una originalidad sorprendente y absurda).

Fig. 15 ‑ Tendencia a vivir con ilusiones, a soñar con los ojos abiertos (inclinaciones y aspiraciones poco diferenciadas, tendencia al bluff, a la ingenuidad, a veces tendencia al convencionalismo por comodidad o por miedo o resistencia a los cambios o al enfrentamiento con la realidad) Carácter pacifico, bonachón, más o menos engreído de su posición o su saber. Adaptabilidad.

Fig. 16 ‑ Retraimiento, timidez, apocamiento. Quizá aún no se ha encontrado a si mismo. Falta de sinceridad. Turbación ante los demás cuando tiene que actuar delante de otros. Tendencia a encubrir las deficiencias o a fingir ante las responsabilidades. Evasión ante el peligro. Inseguridad intelectual o afectiva.

Fig. 17 ‑ Persona bien diferenciada psicológicamente, pero con tendencia al ocultamiento, a cubrirse con una cortina de humo para no querer aparecer como persona agresiva o dura. Tendencia a temer la realidad, a encontrarse inseguro frente a las respuestas agresivas que puedan dar los demás. Por tanto, el carácter oscila entre reservado, diplomático o discreto.

Fig. 18 ‑ Las arcadas en la copa son reflejo del sentido de las formas, de los buenos modales, de obsequiosidad. Necesidad de sentirse estimado y valorado, de alcanzar el aprecio y general aprobación de todo el mundo.

Fig. 19 ‑ Autodefensa, pero a la vez, intento de imponer la propia voluntad. El sujeto se violenta rápidamente si algo no marcha según sus deseos. Nerviosismo, debilidad de carácter, defensa de la propia comodidad o de una manera de obrar perezosa. Poca profundidad en las ideas. Falta de perseverancia (veleidad, metas cambiantes, impaciencia, descuidos, poco afanoso). Compenetración difícil con los demás.

Fig. 20 ‑ Esta copa en forma concéntrica o de "custodia" expresa el egocentrismo, la auto-ostentación, (el sujeto pretende bastarse a s2 mismo) y en su narcisismo egocéntrico expresa la fatuidad y la insatisfacción de la persona a la cual falta a menudo el buen sentido, la autocrítica y la ponderación en cuanto al examen de las ideas o actos de los demás (admiración de sí mismo intensa e injustificada y depreciación de los valores ajenos).

Fig. 21 ‑ E1 sujeto aspira a mucho y no concreta nada (indeterminación veleidosa), es impreciso y caprichoso en sus gustos e inclinaciones, le falta perseverancia y le sobra improvisación. Es receptivo, pero sin profundidad, trata de ensayar, de experimentar, de atender muchas cosas, pero no encaja en ninguna de modo definitivo. Sin embargo, está casi siempre predispuesto a entrar en conflictos o a demostrar su carácter explosivo.

Fig. 22 ‑ Forma de contacto amable y hábil, flotante, imprecisa, que tiene como fin lograr los propios deseos con el mínimo esfuerzo y sacrificio posibles. Carácter alegre, locuaz y entusiasta. Tendencia a atribuir el valor a las cosas o a las personas por su aspecto externo (falta de profundidad y de realismo práctico, todo a corto plazo, (ligereza, vanidad)). Talento descriptivo y decorativo, facilidad de expresión.

Fig. 23 ‑ Mucha movilidad (extremada receptividad de vivencias). Cambio continuo en los procesos psíquicos, en las ideas, en la dirección de los deseos. Esta tendencia a la vivacidad y a movilidad excesiva condiciona la imprevisión y la brusquedad en las decisiones (inflación del Yo, inestabilidad, volubilidad). Despreocupación, impulsividad, creatividad enmarañada. Falta de método y excesiva productividad.

Fig. 24 ‑ Falta de concentración, diseminación de la atención en temas o asuntos varios. No ata bien las cosas, las deja inarticuladas, sin la suficiente cohesión y orden. Excitabilidad nerviosa y psíquica, intranquilidad, impaciencia, distracciones e irreflexiones frecuentes. Aturdimiento, agitación, impulsos afectivos o instintivos variables, que da lugar a una forma de actividad excesiva, confusa y vana con la cual el sujeto intenta engañar su necesidad de acción innata, momentáneamente inhibida.

Fig. 25 ‑ El tronco y las ramas soldadas parece ser un indicio de debilidad mental o de esquematismo muy intelectualizado con el que se intenta poner en orden geométrico o matemático el modo de pensar, sentir y querer. En este caso, el corte entre el tronco y ramas expresa la ruptura íntima entre la mente y la esfera afectiva. Neurosis o tendencia esquizofrénica, depende. En adultos expresa falta de lógica, incoherencia en el modo de pensar, discontinuidad en el pensar y sentir, cualquier tipo de neurosis profesional. Falta de autenticidad, etc. (Para otros significados, ver página 219 de KOCH). E1 sujeto aún no se ha encontrado a sí mismo.

Fig. 26 ‑ Tendencias internas depresivas. Falta de energía, de decisión y de iniciativa. Receptividad (tendencia a dejarse influenciar). Falta de sentido de la realidad. Inseguridad, desorientación, indeterminación de voluntad. Pasividad, ensoñación, fantasía. Facilidad para la expresión de las disposiciones de ánimo. Plasticidad y, a veces, alegría de colores y capacidad descriptiva por gozo de sentirse escuchado.

Fig. 27 ‑ Tensión, disonancia intima, luchas intrapsiquicas, escisión entre los elementos masculino y femenino de la personalidad (ánima‑animus). Contradicciones intimas, ambivalencia (pensamientos y sentimientos que se afirman y se niegan simultáneamente y que, naturalmente, son contrarios el uno al otro).

Fig. 28 ‑ Lo mismo que el anterior, pero agravado por un mayor desequilibrio. Este árbol es elegido preferentemente por psicópatas inestables, inconsecuentes, muy influenciables. Cambios de actitud irrazonados. Insinceridad.

Fig. 29 ‑ Estas formas impropias recuerdan un poco el caso de la fig. 8. Parece que reflejan un estado interno de desorientación, de perturbación. E1 sujeto no se encuentra a sí mismo, no sabe cómo actuar psíquicamente y, debido a esto, o se retrae o utiliza cualquier tipo de máscara para encubrirse y defenderse de su turbación, de su timidez, de su apocamiento. E1 sujeto puede, por su defensividad, aparecer insincero, embustero, hipócrita

Archivo del blog

Contribuyentes