miércoles, febrero 01, 2006

Intolerantes, sed bienvenidos (sobre el odio a lo que no se conoce)

A ver, a ver si me tranquilizo y os cuento con calma porque el acontecimiento lo merece. Los hechos: Navegando por los blogs de algunos aventajados visionarios, discernidores de la verdad y la mentira, de la bondad y la maldad, me he encontrado que tienen en su sentir común el odio (justificado, estoy seguro) a la institución de la tuna o estudiantina universitaria.

Empecé visitando el blog de la bien informada Mir, la única a la que exculpo pues tiene que sufrir las canciones en frente de su casa y no la dejan dormir. Mir querida, el problema es que vives en frente de un bar o un garito, si en vez de tunos lo frecuentasen borrachos corrientes no tendrías con quien descargar tus iras, así que da gracias de poder identificar la causa de tus males, maldecir relaja mucho.

De ahí navegué hasta la página de Gab. Gab es una mujer excepcional, de un solo vistazo te conoce, desnuda tu alma… para Gab los tunos (¡todos los tunos!) son “[…]tuno rancio, engominado, estudiante de derecho que entonase clavelitos como nadie, vestido en sus ratos de ocio con camisa del caballito y náuticos, fan de Siempre Así y de la Feria de Abril, esquiador en Sierra Nevada, de esos que llevan un toro de osborne en el coche y una banderita de España […]”. Claro que si Gab cariño, y los Andaluces visten de toreros, los Italianos son sinvergüenzas y los Alemanes comen salchichas ¡tu si que sabes!

De todas formas Gab, dentro de sus ignorantes, gastados argumentos (y digo que los argumentos son ignorantes, no tu querida) mantiene una cierta educación (bueno, lo de “abominable prototipo” te ha sobrado, pero ya te perdoné). Pero que decir de la tal señorita Andrea que propone (en los comentarios del blog de Gab) “Meterle su mandolina por el culo” y añade “Eso, igual, le encantaría”. Demuestra esta señorita poco conocimiento de la anatomía humana, experimente usted primero con su propio esfínter amiga y tome conciencia de su tamaño y capacidad de elongación antes de aventurarse a manipular el de los demás.. y por cierto, las tunas tocan la bandurria y no mandolina, la mandolina es Italiana. (Si, ¿ves? ¡Como el pájaro! Hasta aprendiste algo nuevo hoy).

¡Ya está! No sigo con el tema, me despido mandándole besitos al teleoperador, que haciéndose eco de los anteriores, muestra su posición al “expulsar de su blog” a un tal Diego que se declaró tuno. Yo también le he dejado un mensaje, a ver si de nuevo invita a no volver a visitarle. Por mi parte estaré encantado si se quiere pasar por aquí porque como decían en los dibujos animados cuando yo era pequeño (sirva la frase también como consejo a la amiga Mir) “si no puedes con ellos úneteles” y como los intolerantes campan por el mundo a sus anchas, yo rindo mis armas: intolerantes, sed bienvenidos.

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